Me gusta

Me gusta leerte los ojos,
el rostro... tus manos
me gusta escribir en tus pechos color arena,
mis ansias locas y mis desventuras.

Me gusta corretear por tus párpados,
escudriñar a fondo tus oídos,
esculpir con lápiz,
el contonear de tu silueta en la acera.

Me gusta dibujar en tus labios,
un beso lleno de sirenas,
y en tus poros tropezar,
hasta quedar mis horas llenas.

Me gusta soñarme en tus sueños,
y robar las palabras de tus pensamientos,
me gusta comer en la palma de tu mano,
y engordar mi bolsillo con tu recuerdo.

Todo eso me gusta... hasta el cansancio,
y el jadeo de tu respiración en mis sentidos,
pero me gusta aun más,
quedar dormido entre tus brazos.


Teralfa

¿Y si te como a besos?

¿Y si te como a besos?
¿y si en la ausencia te hago mía?
¿y si al alejarte te detengo?
¿también te detendrías?

¿Y si después me amas mas?
¿y si después ya nunca te arrepientes?
¿y si después te pienso mas que antes?
¿también tu me pensarías?

Entiendo que tu lejano ser no es mío,
que tu aurora amanece en el brazo de otro,
que el silencio de tu noche grita despacio,
y el hablar de tu cuerpo, me invita.

No, no digas nada,
calla ese deseo tuyo con las sabanas,
ocúltalo entre sus brazos,
mas no lo arrojes por la ventana.

Aprisiónalo en tu pecho,
y aleja de el ese pensamiento insano,
bésalo, bésalo cien veces,
que serán las mismas,
que yo te he deseado.


Teralfa.

Búsqueda

Busco un espacio esta noche,
donde pueda verte desde adentro,
donde pueda arroparme con tu aliento,
y no morir en ese intento.
Busco el jadeo de la otra noche,
y el interminable te quiero de tus labios,
el rojo eterno de tu cuerpo,
que liberas en mis manos.

Busco en tus mejillas rosadas,
la ultima frontera de mis besos,
orillando a negar que en tu silencio,
lentamente me vas matando.
Me arrodillo en torno a tu templo,
como una hoja arrojada al viento,
te suplico que te quiero,
Te ruego... que te estoy sufriendo.


Teralfa.