Y aún te beso

Un cierto día
cuando el verano de mis días
por terminar estaban,
llegaste a mi vera.
Bella e inalcanzable;
quizá incomprensible,
me enamoraste... Me enamoré.

Juventud avasallante,
como ninguna, ni la mía,
en mis tiempos andantes.
Lucidez de vida en un par de manos,
colmaste la angustia del tiempo
que se va corriendo tras el sol de una tarde.

Justamente con tus manos,
llegaron a mis labios tus besos.
Candentes brasas que quemaban mi piel,
la misma que no alcanzó a consumirse.
Y el deseo furtivo de hacer algo indebido,
orillo a mi fuego a extinguirse lento, suave
despacio.

El brillo de tu sonrisa, opacaba el fulgor del sol.
tus mejillas rosadas, hacían de mi necesidad de amarte
algo mas que importante, que solo desearte.

Y te hice mía, una noche de octubre,
cuando el otoño se presenta destruyendo lo que
la primavera y el verano, hicieron de la naturaleza.
Pero la nuestra, compartía ya la candidez de aquel tesoro.
Escondidos tras la puerta de una alcoba,
sollozaban tus cuerdas bocales, y exudaban tus adentros
sobre la hoguera de mi pecho.

Hace cuanto tiempo, hace cuantas horas que fuiste mía,
y aún lo recuerdo. Aún te llevo, te olfateo, te siento, de escucho.
y aún te beso.


Teralfa
El Poema Diario