Con un beso

Lentamente va llegando

hasta el perímetro de mi oído,

aquella voz melosa y embriagante

que sale de tus labios a mi destino

Se llenan de huecos tus palabras

como el viento fugaz de la playa.

No van, no vienen. No se quedan

se arremolinan en mi mente.

Carcomen poco a poco la piel de mi entorno

y la muralla que puse junto a mis ojos

se derrumba en el recuerdo, antes amoroso

que nacía al escuchar tus palabras.

Me volvían loco.

Hoy la carcajada que de ellos emana

burla y lastima mi piel

la misma que un día hurtaste

para vestirte un amanecer.

Castiga también tu mirada

como daga clavas, lentamente

esperando que muera en un instante

o gozando del dolor causante.

Miles de veces amor, me dijiste

miles de veces amor, me lloraste

quizá fueron contadas las ocasiones que sentiste

lo mismo que tus labios gritaban

Miles de veces tu cuerpo tembló

al compás de una melodía no escrita

miles de veces tu mente viajo

cuando de mi pluma leíste una poesía

Sin embargo la prosa que hoy escribo

quizá no llegue a ser para ti, ni un verso.

Se muy bien que ya eso no lo consigo

como todo aquello que conseguiste tú,

con un solo beso.

Teralfa

El Poema Diario